Historias: El milagro de la oracion de una madre...
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| Una tarde que corriamos ( el Elder Cepeda y yo) hacia la casa de una familia del barrio 1 de Hermosillo Pitic para comer, pasamos a una señora como de unos 45 años de edad, ella estaba esperando el camion junto con su hijita de unos 4-5 años. Nosotros llevabamos mucha prisa ya que la hermana nos habia pedido que no llegaramos tarde pues tenia cosas que hacer.
Nosotros -como es costumbre de los misioneros- saludamos a la señora, seguimos nuestro camino, y entonces me vino un pensamiento " regresa a hablar con ella" no hize caso pues ya era tarde para nuestra cita con la hermana. Nuevamente el mismo pensamiento con un sentimiento mas firme volvio a mi, le comente a mi compañero, y el me dijo que estaba loco que la hermana se molestaria, y tenia razon, pero nuevamente me invadio el mismo pensamiento y sentimiento, le dije a Elder Cepeda que regresariamos porque el espititu me lo habia dicho. Elder Cepeda me dijo " ah entonces asi si" .
Cuando regresamos, nos presentamos con la señora y su hija, y le dijimos " Somos representantes de Jesucristo, hay algo que podamos hacer por usted?" entonces la señora empezo a sollozar y nos comento que acababa de enviudar unos meses atras, que tenia mas hijos en casa y que habia llegado a nuestra area (bugambilias) de ( palo verde creo) ofreciendo sus servicios de lavado y planchado de ropa, tambien nos comento que su hija no habia comido nada en todo el dia y se puso a llorar, entonces le dijimos que nos esperara en lo que ibamos a nuestra casa.
Como ustedes bien saben los misioneros en Mexico no eramos como los de Estados Unidos que parecen bonis jaja con nuestro refri bien limpio y vacio, pero con un poco de Jamon, y pan hicimos varios sandwhiches, luego encontramos muchas latas de vegetales, y bolsas de arroz y frijoles, y regresamos con la señora y le dimos como 3 bolsas de comida. Lo milagroso de esta experiencia no fue el hecho de que encontramos suficiente comida en la casa como para llenar 3 bolsas de la cual no estabamos concientes, sino que cuando le dimos la comida, ella nos dijo, "tengo algo que decirles, cuando ustedes pasaron por aqui yo estaba orando a Dios, y le pedi que si en realidad ustedes eran sus representantes que les hiciera saber que yo tenia esta gran necesidad"
Asi que ese dia aprendimos que Dios escucha las oraciones, sin lugar a dudas, especialmente las de una madre por sus hijos. Esta experiencia no la habia compartido mas que en ocaciones muy especiales , pero he sentido que aqui es donde pertenece, al igual que otras muy especiales que subire al sitio en lo futuro. |
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