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Mi experiencia de la mision, ha marcado mi vida en todo ambito, el tiempo que servi en Uruguay fue increibe y conoci personas muy especiales alla, las cuales aun estoy en contacto, ahora mi testimonio sigue aumentado y fortaleciendose a pesar de las pruebas que a diario me toca vivir, trato día a día de perseverar en este camino que nos conduce de regreso a moradas de Nuestro Padre, aveces me siento un poco cansada pero deposito toda mi confianza, mi fe, mis fuerzas y corazon en mi Padre y en Jesucristo, estoy en las ultimas etapas de mis estudos ya falta muy poco y ha sido muy satisfactorio este proceso, aunque agotador, ya que mi trabajo requiere tiempo y dedicación como cualquiera de las cosas que hago diariamente en mi vida, sin duda mi trabajo llena mi corazon de amor y de entrega en esos pequeñitos, que no tienen muchos recursos y que son seres con maltratos fisicos y psicologicos, lo mas importante es que con un poco de amor y paciencia se puede obrar milagros, y mostrar que mas alla de todo eso, se puede triunfar y salir de la pobreza por logros academicos y no por otras cosas, es como dice aquella escritura el valor del alma D y C 18:16, empezando aca en la tierra por salvarlos de la desercion escolar y tambien enseñandoles que hay un Dios que los ama a pesar de la realidad que les toca vivir y aceptarla porque es lo que debemos vivir. Se sin duda que hay un Padre amoroso y misericordioso y que me ha dado la oportunidad detener el evangelio restaurado y de poder haber servido una mision y poder seguir sirviendo aquellos que mas lo necesitan. |
